Hoy vengo a hablaros de otra práctica del movimiento feminista que aprovechando las oportunidades que nos ofrece internet y las redes sociales intentar combatir o al menos dar a conocer los diferentes tipos de agresiones machistas a las que se someten las mujeres hoy en día.
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| Captura de pantalla de una conversación real. |
En esta ocasión, voy a tratar el “fenómeno viral” ByeFelipe, que descubrí a través de la revista Locas del Coño. Esta plataforma utiliza como principal canal de comunicación instagram, a través de su cuenta publica capturas de pantalla de hombres que tras ser rechazados en redes sociales de contactos, reaccionan de manera agresiva y violenta. Según Alexandra Tweten, fundadora del proyecto, el patrón se repite de esta manera: El chico entra a la chica, la chica lo rechaza y el chico pierde los papeles. Y al parecer no es la única a la que le sucede, ya que le llegaron muchas capturas de sus seguidoras. Por no hablar de las infinita colección de fotos de penes no solicitadas.
Este tipo de iniciativas se enmarca dentro de las acciones comunicativas para dar respuesta a las agresiones machistas cotidianas, también llamadas “micromachismos”. Hace poco, también descubrí una acción de comunicación muy similar que venía a continuar la conversación que inició la ONG Hollaback! con su vídeo en YouTube 10 Hours of Walking in NYC as a Woman, donde una mujer paseaba durante 10 horas en silencio por las calles de Nueva York en silencio, sin embargo, esta vez la mujer no se quedaba callada sino que contestaba a sus agresores verbales, provocando situaciones cuanto menos, peculiares:
Un concepto muy parecido al que inició la periodista de Pikara Magazine, Alicia Murillo, en su serie “El Cazador Cazado”, donde tras recibir una agresión verbal, no continuaba su camino con normalidad, sino que paraba, comenzaba a grabar y a abordar a sus acosadores. Además también explicaba diferentes conceptos sobre el machismo y las agresiones verbales.
Estos sólo son algunos de los ejemplos de cómo las mujeres empoderadas del siglo XXI pueden utilizar las herramientas que tienen a su alcance para tomar partido en su lucha diaria contra el machismo
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